martes, 7 de febrero de 2012

Feliz? aniversario.

Esta vez, voy a ser yo el que hable primero, porque el nuestro es un cuento que aunque tiene momentos de poca gloria, es un cuento que merece ser contado.
Hoy se hacen tres años de una relación de idas y vueltas, de des encuentros, de destiempos, de confusiones, de peleas, de risas, de llantos, de recuerdos, de amor y desamor.
Es una historia de fallas y besos, de errores y aciertos en malos momentos, de no hacer las cosas bien, una historia que hicimos de a dos, que no hicimos las cosas bien, una historia que termino en lo que pudo ser y lo que fue. Me hago cargo de parte de la culpa y echo la otra parte, las cosas se empiezan de a dos, se hacen de a dos y se arruinan de a dos. Me hago cargo, también, de que te falle, de que me porte mal, de que tarde en reaccionar, de que te deje ir. Si bien sentí que me fallaste, nunca voy a justificar como me porte yo, no habérmela jugado, haberte cedido, no haberte cuidado, haberte soltado la mano, son cosas que me planteo cada noche antes de dormir, sin entender que me paso, sin entender por que te descuide.
Quien descuida después lamenta dicen por ahí, hoy yo me lamento y camino por ahí, llevando conmigo los besos que nunca te di, pensando en lo felices (o no) que podríamos haber sido, pensando siempre en las cosas que nos perdimos, llevando siempre conmigo las ganas de que seas mía y de hacerte mía, llevando conmigo el dolor, de sentir que te perdí.


Ojala pudiera volver a tomar así tu mano, poder llevarte lejos y volver a empezar.


Hoy pasaron ya tres años, tres años que podrían haber sido tan distintos, si nosotros hubiéramos sido distintos, a fin de cuentas, las cosas no pasan porque si. Y hoy, mas allá de los enojos, mas allá de las peleas, mas allá de los llantos, mas allá de las tristezas, mas allá de los malentendidos, mas allá de que vos ya no sientas lo mismo, mas allá de todo lo que nos separa, mas allá de que me duela con el alma, no puedo olvidar la semana mas linda que tuve en mucho tiempo, las llamadas, los mensajes, las ganas de verte, de abrazarte, la espera, los abrazos... Mi envenenada medicina, mentiría si dijera que no te amo con locura.

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